Un apartamento totalmente rehabilitado en Bock Hornsgatan-Estocolmo, de 1935.  Un apartamento clásica lleno de luz, parece no haber salido de los años 70. Con una limpieza en la selección de elementos impoluta, un aprovechamiento total y amplio. Son pocos los obstáculos que visualizas en el ambiente, la luz se desplaza por todos los rincones ampliando visualmente los pocos metros que el apartamento cuenta. Tan sólo, tiene 37m2, pero con una distribución perfecta y una selección cromática estudiada con la cantidad de luz natural que entra, se ha creado un hogar con mucha armonía y sutileza. Consta de  hall,  cocina, baño, habitación versátil y un mini-balcón; no es mucho ¿verdad?, pero se consigue un propósito, tener lo estrictamente útil. Muchas veces, llenamos las casas de un montón de cosas inútiles, que nos hacen quitar espacio para lo realmente necesario.

Tiene una importante cocina con mesa de comedor para cuatro comensales y una mini-oficina. La sala de estar hace a la vez de dormitorio, y por supuesto de rincón de reuniones. Con un único baño, pero con una funcionalidad perfecta. Este apartamento tiene las dimensiones justas para una movilidad perfecta, sin dejar de tener lo estrictamente necesario. Tiene un amplio hall que ofrece grandes posibilidades como almacenamiento extra.

Las claves principales para resaltar son los blancos (amplitud), la luz natural (reflejos), el solado en madera (calidez) y una buena selección de mobiliario.

¿Os ha gustado el estilo?