Las paredes son un lienzo enorme donde plasmar nuestras creaciones, unas líneas rectas que dan sentido a los espacios. Sin ellas no cabría la estructura. Hoy son las grandes protagonistas de este artículo. ¿Qué tienen a su favor? Son versátiles, podemos camuflarlas, darles nuestro estilo más personal y tienen la gran peculiaridad de que cuando nos cansemos, nos dan la posibilidad de realizar un cambio integral.

¿Tienes dudas sobre cómo decorarlas? ¿No sabes si poner piedra, ladrillo, papel o vinilo? A continuación, os vamos a dar ideas donde inspiraros y resolver vuestras dudas.

1. ¿Color o simplicidad?

Debemos partir de la base que el color blanco con el paso del tiempo nos puede parecer algo soso y monótono. Ahora bien, es siempre un acierto. Por contra, un toque de color aporta alegría al ambiente. Por ello, dejaros llevar por tonalidades que os inspiren buen rollo. A la hora de decorar este tipo de paredes cualquier idea puede ser buena, incluso utilizar las manos de nuestros hijos para que dejen en ella sus huellas. Si no te atreves a pintar tus paredes, siempre puedes arriesgar pegando algún vinilo. Es una manera de imprimir color y personalidad pero sin pasarse.

2. Paredes con papel pintado

El papel para pared lleva varios años teniendo mucho éxito. Los hay de muchos estilos y variantes. Con ellos se consiguen efectos asombrosos, como por ejemplo, alargar visualmente la estancia si optas con un papel de lineas horizontales. Las paredes de imán o también llamadas «pinturas magnéticas» son una buena solución si te gusta poder cambiar tus cuadros y fotos. Para este proyecto necesitarás pintar tu pared con por lo menos tres capas de pintura imán y dejarla secar varios días. Una vez que seque, podrás usarla como la puerta de tu heladera y colgar fotos, recordatorios y calendarios. Este proyecto es perfecto para decorar oficinas y cocinas, ya que son los espacios donde la funcionalidad es más importante.

3. Con textura

Si quieres dar vida a tu casa, las paredes con texturas son una buena manera de agregar personalidad. Basta una sola pared con un acabado diferente para que el conjunto en general sea único. Reflejan informalidad, movimiento y contraste. El revestimiento en madera es muy versátil y acogedor para climas muy fríos e incluso uno mismo puede realizar el trabajo. Para crear un ambiente vintage mezcla madera de diferentes tonalidades y colores. Que no te importe que tengan restos de pintura; eso sí, no hay que olvidar pasar una lija de grano fino y un buen tratamiento para mantener la madera en buenas condiciones.

4. Juega con las texturas y consigue efectos ópticos

Al igual que el papel, con la madera puedes crear efectos ópticos. Si se colocan en líneas verticales conseguirás efecto de más altura y si pones en líneas horizontales obtendrás un efecto de más anchura. Además, tenemos la opción de crear una textura muy plana. Este tipo es muy práctico a la hora de la limpieza y es aconsejable en espacios reducidos. Si por el contrario tenemos mucho espacio es mejor apostar por una más fuerte, como es el caso de ladrillos. Con este último hay que tener especial cuidado en la limpieza.